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30/08/2018
CONSEJOS PARA CUIDAR LAS GAFAS DE CICLISMO
Cuando montamos en bici, las gafas no solo nos protegen del sol, sino que también nos evitan insectos, agua, tierra y cualquier otro elemento que podamos encontrarnos durante nuestras salidas. A la hora de cuidarlas, debemos tener bien presente una serie de consejos que nos ayudarán a mantener nuestras gafas como el primer día:
Nunca limpies las gafas sobre la bici
Es uno de los hábitos más comunes por los que se acaban rayando. Cuando vamos sobre la bici tendemos a limpiarlas con el maillot, esto provocará que rayemos la lente con el propio maillot y la suciedad de la lente.
Limpieza en seco
Si limpias la lente en seco lo que harás será arrastrar la suciedad de la lente por su superficie, pudiendo rayarlas. Para evitarlo, lo mejor es utilizar una gamuza y tener cuidado de que no haya restos de polvo o arena sobre la lente.
Limpia con agua y jabón
Lo mejor es limpiar las gafas con agua y jabón, dejando que el agua fluya por la lente y aplicando jabón sin productos abrasivos. Por último, secar con la gamuza.
El sudor es un enemigo invisible
A veces no somos conscientes y nuestro propio sudor es un elemento que puede ir causando deterioro en nuestras gafas. Por eso cuando terminemos una ruta o entrenamiento y creamos que nuestras gafas están limpias, seguramente están impregnadas en sudor que se haya secado con el aire. Así que, la mejor opción es limpiarlas como hemos indicado para que las gafas duren más tiempo en las mejores condiciones.
Póntelas y quítatelas de manera correcta
Al ponerte y quitarte las gafas procura hacerlo con las dos manos y sujetándolas por las dos patillas a la vez. A menudo lo hacemos sujetando una sola patilla y forzamos las gafas para que entren o salgan, esto puede provocar que se rompan por algún sitio.
Cuidado dónde las dejas
A menudo nos quitamos las gafas y las soltamos de cualquier manera. Este tipo de acciones de manera repetida son las que originan deformaciones y que se rayen los cristales. Además, nunca dejes las gafas sobre los cristales y/o abiertas, y, sobre todo, evita las fuentes de calor, ya que se pueden calentar hasta deformarse.
Guárdalas a buen recaudo
Una vez que nos las utilices guárdalas limpias en su funda -lo más apropiado es una funda rígida-. Es la mejor manera de evitar accidentes fortuitos.
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